Desde las primeras teorías sobre estos enigmáticos objetos cósmicos, planteadas por el filósofo y científico John Michell en 1783, hasta la confirmación de la existencia de agujeros negros supermasivos en el siglo XXI, cada evento marca un avance crucial en nuestra comprensión del universo. Esta línea de tiempo ofrece una visión fascinante de los hitos más significativos en la historia de la astrofísica, con un enfoque particular en los avances relacionados con los agujeros negros y las ondas gravitacionales.
Uno de los hitos más destacados es la detección de ondas gravitacionales por el observatorio LIGO en 2015. Este acontecimiento histórico no solo validó las predicciones de la relatividad general de Einstein, sino que también abrió un nuevo campo de investigación en astrofísica. La señal conocida como GW150914, fue generada por la fusión de dos agujeros negros, lo que proporcionó una nueva forma de observar fenómenos astronómicos previamente inalcanzables.
Además, encontrarás la notable imagen del agujero negro en el centro de la galaxia M87, capturada por el Telescopio Horizonte de Sucesos (EHT) en 2019, un logro monumental que no solo evidenció la existencia de agujeros negros, sino que también ofreció una representación visual de su aspecto y comportamiento. El descubrimiento de agujeros negros supermasivos en galaxias como la NGC 3227, destacan cómo estos objetos influyen en la evolución de sus entornos galácticos. Gracias al progreso de la astrofísica, cada descubrimiento ha contribuido a moldear nuestra comprensión del cosmos, desafiando los límites de la ciencia y la tecnología.